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Una cosecha sin precedentes obtuvo la huerta agroecológica de Gregorio Aznárez

Con este tipo de producción en el centro de su propuesta pedagógica, los estudiantes de la Escuela Agraria de Gregorio Aznárez lograron cosechar en cuatro meses los alimentos necesarios para abastecer el comedor escolar durante todo el año y excedentes para otros fines.


21 de abril de 2025

Los resultados fueron protagonistas en los primeros días del inicio de clases ya que, al regresar al aula, los estudiantes se reencontraron con lo que sembraron y cuidaron en la huerta del centro educativo durante 2024.


Cosecharon 630 kilos de cebolla, 1500 de boniato, 380 de tomate, 300 de papa de tres variedades diferentes, 550 de calabacín y zapallo criollo y 150 unidades de cabezas de ajo; además de pepino, berenjena, morrón y guayaba.


Con excedentes de entre 350 y 1000 kilos, la Escuela los distribuirá al local de ventas de la sede central de UTU, en Montevideo; al parador Escuela de Alta Gastronomía; a la Escuela Agraria de San Carlos y al Polo Educativo Tecnológico Arrayanes, en Maldonado.


Desde hace varios años han consolidado una estrategia de autoabastecimiento basada en principios agroecológicos que son el centro de su propuesta pedagógica, donde producen alimentos frescos y sin agroquímicos que se integran directamente al menú del comedor, donde cuentan con desayuno, almuerzo y una colación en la tarde.


Esta planificación se realiza en conjunto con el equipo de cocina, que cumple un rol fundamental en la conservación y elaboración de los productos. Gracias a este esfuerzo coordinado, el inicio de clases “se vivió con orgullo y satisfacción”, expresó el director de la institución Manuel Fernández. “Es muy lindo ver la cara de los chiquilines cuando retoman sus clases y ven que lo que cosecharon sigue vivo”, y destacó “el impacto emocional y formativo que generó este vínculo de los estudiantes con la tierra”.


Este año son 77 estudiantes los que participarán activamente en todas las etapas del proceso de los nuevos cultivos como la preparación del suelo, siembra, cuidado de las plantas, cosecha y conservación. Todo el trabajo se realiza con herramientas manuales, en una experiencia que no solo forma en técnicas agrarias sino que también transmite valores como la responsabilidad, la constancia, el trabajo en equipo y el respeto por la agricultura.