Como parte de la inauguración en cada departamento, en la víspera la Escuela Agraria Trinidad, del departamento de Flores, presentó a la comunidad educativa su Nodo de Innovación. Fue inaugurado por el subdirector general de UTU, Wilson Netto, como una apuesta hacia un futuro tecnológico liderado por los jóvenes.

Para esta instancia, la directora del centro, Ana Lutz, explicó que parte del espacio había sido diseñado por los alumnos, como las frases colocadas en la pared, y que esta oportunidad representa una combinación de «lo viejo que se junta con lo nuevo para construir un futuro impulsado por la comunidad».

En tanto, el director del Campus Regional Centro, Alejo Pérez, destacó que «esto es muy simbólico, debido a que se trata de la región con mayor cantidad de escuelas agrarias del país» y es importante que se apuesta a la innovación desde el sector agrario. Además, señaló que no se trata de «un trabajo que comienza hoy, sino que es fruto de algo que se ha venido desarrollando en el tiempo, en el marco de esta idea que pretende reunir lo mejor de nuestras escuelas, lo que piensan nuestros gurises con sus proyectos tanto de bachillerato como de nivel terciario, y que eso sea un insumo para seguir trabajando mientras se producen cosas nuevas», concluyó.

Como factor clave para el impulso de la innovación, desde la Dirección General de Educación Técnico Profesional se dictarán diferentes cursos de formación vinculados a los Nodos durante dos semestres, con el objetivo de promover líderes estratégicos que capaciten a los estudiantes involucrados y acompañen sus proyectos.

«De eso se trata: de reimpulsarnos con el esfuerzo de todos. El hecho de transformar gradualmente nuestra sociedad en una sociedad innovadora implica incluso redefinir términos como error, fracaso y éxito. Por ello, una sociedad innovadora arriesga, y Uruguay tiene que desafiarse a hacer algo distinto», subrayó Netto.

Por otro lado, el subdirector explicó que el país se encuentra en el puesto 68 del ranking de innovación, en cuarto lugar respecto a los países de Latinoamérica, y que, por tanto, es necesario arriesgarse a innovar desde el ámbito educativo para exportar productos y conocimientos de valor, más allá de lo que Uruguay continúa haciendo actualmente.

Para esta iniciativa se pretende incorporar una visión joven, que normalmente no tiene injerencia en el mundo adulto por falta de espacios de participación. Al revertir esta desigualdad cultural, se puede poner el conocimiento generado en sintonía con las necesidades del país, a fin de crear soluciones que aporten a la sociedad. En este sentido, los Nodos representan un espacio donde circulará la población académica, guiada a través de diferentes cursos en áreas como ciberseguridad, inteligencia artificial y economía financiera, entre otras, con el fin de que los proyectos que surjan de las cuatro tipologías puedan transformarse en emprendimientos.

Desde el banco de problemas que plantea el proyecto, distintas zonas del país podrán abordar diversas situaciones desde diferentes áreas educativas. Esta perspectiva se sostiene en que «UTU tiene una cultura institucional de aprendizaje basada en la resolución de problemas», explicó Netto. Como parte fundamental de este proceso, actualmente se está trabajando con la Dirección Nacional de la Propiedad Intelectual para solicitar patentes para los proyectos. Asimismo, se prevé la creación de dos centros CATI (Centros de Apoyo a la Tecnología y la Innovación), que mediante un software permitirán subir los proyectos a una base de datos.

Desde esta iniciativa, la reconfiguración de la educación permitirá el desarrollo de una construcción abierta que posibilite la generación de conocimiento en favor de la sociedad y la consolidación de una visión innovadora desde perspectivas diversas, orientada a atender los problemas más relevantes y comunes.

Por su parte, el intendente de Flores, Diego Irazábal, reafirmó el compromiso del departamento con la comunidad educativa, empresarial y social para brindar la información que alimente este proyecto y permita desarrollar soluciones innovadoras. «Nosotros no tenemos muy arraigada la costumbre de utilizar la educación pública con este fin. Sin embargo, habrá espacio para que los estudiantes que sigan avanzando puedan, de manera descontracturada, utilizar esa información para innovar y producir cosas distintas, de modo que el día de mañana, cuando se pueda patentar, no sea México quien se lleve esas ideas», detalló.