Se realizó el lanzamiento oficial del convenio firmado entre el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) y la Dirección General de Educación Técnico Profesional (UTU), que formaliza la creación del nuevo ecosistema formativo en tecnología asistiva: el Tecnólogo en Gestión de Servicios de Tecnología Asistiva y la Formación Inicial Terciaria en Soporte Técnico de Productos de Apoyo Mecánicos.

El acuerdo garantiza infraestructura mediante aulas, talleres especializados y equipamiento del Centro Nacional de Apoyos Técnicos y Tecnológicos (CENATT) para el desarrollo académico, y recursos para las instancias prácticas. A su vez, la DGETP asumirá la selección de docentes, la coordinación académica y la certificación de los trayectos, según establece el convenio firmado. Esto marca un paso decisivo para profesionalizar un área clave para la inclusión y la accesibilidad en Uruguay.

Durante la presentación, el equipo académico explicó que la singularidad del ecosistema reside en su enfoque centrado en la persona, criterio que atraviesa los tres trayectos formativos. También indicaron que el tecnólogo permitirá generar capacidades para diseñar y desarrollar soluciones locales de tecnología asistiva, un campo con escasa producción nacional.

La directora general de UTU, Virginia Verderese, destacó que el proyecto es fruto de un trabajo colectivo y de articulación interinstitucional. «Sin esta red hubiera sido muy difícil impulsarlo», señaló, subrayando la brecha existente entre las necesidades de las personas y la formación profesional disponible en el país.

El ministro de Desarrollo Social, Gonzalo Civila, resaltó el impacto social del proyecto. La accesibilidad, dijo, debe ser un compromiso colectivo del Estado y no una carga que recaiga sobre las personas con discapacidad. «Si queremos transformar la realidad, necesitamos producir realidades nuevas», afirmó.

El presidente de ANEP, Pablo Caggiani, destacó que el sistema educativo debe transformarse al mismo tiempo que forma y produce conocimiento. Valoró la articulación entre instituciones y el trabajo sostenido de los equipos técnicos, que según expresó hace posibles avances que amplían derechos.

El convenio firmado establece además una Comisión de Articulación y Seguimiento encargada de asegurar el correcto funcionamiento de las carreras, realizar evaluaciones semestrales y resolver aspectos operativos que surjan durante su implementación. Su vigencia será de tres años, con posibilidad de renovación automática por dos períodos adicionales.

Con este acuerdo, UTU y MIDES dan un paso fundamental para fortalecer la formación de profesionales capaces de diseñar, adaptar y gestionar productos y servicios de apoyo, un área estratégica para la inclusión social, la autonomía personal y el acceso equitativo a la tecnología asistiva en Uruguay.