07/05/2021 La Escuela Agraria Melchora Cuenca de Paysandú apoyando a sus estudiantes en pandemia

La Prof. Inés González Cabezudo es su directora efectiva desde el año 2017, momento en el que el establecimiento surge como Escuela Agraria de UTU (anteriormente, el local funcionaba como anexo de otras escuelas).

Con un equipo conformado por 100 funcionarios entre personal docente y no docente, atiende a 230 estudiantes de la zona, que se distribuyen en 11 grupos en los que se dicta Ciclo Básico en dos modalidades (Rural Extendido y FPB), y Bachillerato Agrario. Además, a partir de este año se incorporó el Ciclo Básico Tecnológico (no rural) que ofrece talleres optativos con orientación agraria.

La escuela funciona de lunes a viernes entre las 8:00 y las 18:00 h, y los sábados hasta el mediodía. Cuenta con un comedor que ofrece a sus estudiantes un menú que se cocina en la propia escuela con algunos de los recursos de su producción, que incluye huevos, conejos, pollos y cabras. En su local también reciben vacas de otras escuelas agrarias, para ser engordadas y carneadas allí.  Además,  hace un año se puso en marcha un nuevo proyecto de tambo de cabras, que se ha sumado a las actividades diarias de la escuela.

Desde que se estableció la no presencialidad en las clases, los estudiantes han seguido vinculados a los cursos y a sus docentes, trabajando sin pausa a través de la plataforma CREA. Algunos tienen dificultades para acceder a la virtualidad, por lo cual se ha implementado un sistema para que ningún estudiante se vea privado de sus clases. La dirección, junto a personal administrativo, auxiliares, educadores y todo el personal de docencia indirecta, ha establecido guardias para  mantener las puertas de la escuela siempre abiertas, y así,  aquellos estudiantes que no cuentan con recursos para conectarse desde sus hogares, lo pueden hacer en el local escolar.  En turnos estrictamente organizados y cumpliendo con todos los protocolos sanitarios, estos estudiantes son recibidos en la escuela, donde además  se les ofrece una merienda con empanadas, pizzas, pancitos caseros o torta, elaborados en la cocina del centro.

Es de destacar, además, que la escuela organizó un sistema de canastas que se repartieron entre todos sus estudiantes, de forma de apoyar a las familias, cumpliendo así con un importante rol social para toda la comunidad educativa.